El círculo de la muerte
— El Fichero, n.º 76 (y lo publico con segundas) —
La ambigua concepción de libertad, el fuerte subjetivismo que ya no sabe reconocer el valor de la verdad perenne y, sobre todo, el eclipse del sentido de Dios han llevado a olvidar el valor de la vida y a desinteresarse por el hermano que vive al lado, hasta el punto de comprobar con horror que una sociedad que se proclama civil y evolucionada está cada vez más bárbaramente encerrada en el círculo de la muerte. La derrota es verificable no sólo cada vez que la mano asesina se tiñe de sangre con un acto violento o abandona como basura al hijo, sino [también] cada vez que el desinterés hacia el hermano llega hasta el punto de proclamar con Caín: “¿Soy yo acaso el guardián de mi hermano?” Allí donde la responsabilidad hacia el otro desaparece, allí se ha puesto ya en acto la desobediencia al mandamiento “no matar”, porque se ha abandonado al hermano a la soledad de la muerte.
Card. Rino Fisichella, Anunciar a Jesucristo en una nueva época, Barcelona, 26 de enero de 2000, p. 6