LA ENTRADA NÚMERO 1.000
Este articulejo iba a ser el número 1.000 de este blog que es vuestra casa. El contador no engaña. Como nos cayó encima un virus aplastante, urgió anteponer la Oración a la Santísima Virgen ante el coronavirus. Y estamos en el 1.001. Pues muy bien.
En la redacción, estamos de fiesta con chupinazo, sifón y seis rajas de mortadela. Como no podemos alargaros la mortadela entre electrón y electrón, al menos queremos que sepáis qué cosa es el engendro este. Os lo cuento, aunque el engendro nació en 2012 y es difícil resumir ocho años:
¿QUÉ PUBLICO?
- Una categoría Letras es más modesta, pero ahí está, porque soy de lengua y literatura. Lo principal es la categoría Espíritu, porque soy cura, y entonces ya sabéis.
- Además de muchísimos artículos míos, que mis sudores me han costado, hay textos de Papas, santos y otros.
- Encontraréis prosa y poesía (también recitada), música, imágenes, presentaciones, vídeos, enlaces, reblogueos, mi canal de Youtube. Algunos de mis artículos pertenecen a lo que llamo géneros, y los géneros son Cartas marianas, Novena a la Inmaculada, Alicia, Dulcenombre, Bíblicas, Apuntes, el famoso Perlas para mis amigos, El Fichero-de-todo-saber y quizá alguno más.
- El desapercibido leedor de aquesto deberá fijarse -así yo se lo mando- en el menú de la cabecera; entre otras cosas, están ahí El consultorio y los Escritos marianos, que merecen visita.
LOS TEMAS
Para ver los temas del blog, nada como mirar las etiquetas, que están aquí a la derechita. Llamo la atención sobre la colección de fiestas (que ayudarán a lo largo del año), sobre la serie dedicada a la Confesión y, por homenaje, sobre el retablo o museíllo que dediqué a Dámaso, mi hermano, sacerdote como yo, cuando se lo llevó la noche aquella.
Yo he hablado muchísimo, y con todo entusiasmo, de la Santísima Virgen (etiqueta María y otras). Es la especialidad de la casa. Quisiera pregonar su amor de madre, y contaros la hermosura de quererla, y sembrar el mundo entero de vidas consagradas a su Corazón «en espíritu y en verdad».
LA GENTE…
Soy cura y hablo de Jesucristo tiene actualmente 375 seguidores, sean pocos o muchos. Son seguidores reales, es decir, no sumados con los míos del Facebook ni cosas así.
Estoy agradecido a mucha gente. Debo mencionar por lo menos a mi hermano Iñigo, que me convenció para meterme en estos berenjenales; a Clara María y Elisa, que me han ayudado informáticamente y con ciertas publicaciones; a Joni, Pablo y Marlene, que de informática, saben; David Gómez, de Dulantzi Social Media, me asesoró gratuitamente; Dulcenombre, mi hermana Elena y Fray Vicente han publicado colaboraciones. Gracias también a los autores de los comentarios, que contando los míos pasan de 2.600. A Alejandra, por ejemplo.
Hace cosa de un mes murió Juan Valls, que nos regaló artículos sobre educación. Juan, de hecho, fue profesor mío en el colegio. Pocas personas se hacen querer como él. Me contó -cuando mis catorce- que usaba gafas de sol para que no lo pararan tantos para saludarlo, «porque yo tengo que llegar pronto a los sitios». Juan fue quien me regaló el Tratado de la verdadera devoción a la Santísima Virgen y me ayudó cuando me abría a la vocación sacerdotal, por lo que, Juan, estás en mis mismísimos cimientos.
(Alfonso Puigarnau -fuimos cómplices en andanzas y gamberrerías- le ha dedicado un artículo estremecido.)
A través del blog he conocido a mucha gente, que a menudo pasaba al trato personal, y he vivido episodios preciosos para un sacerdote. ¡Las que podría contaros!
UN BLOG ABIERTO
Abierto está a quienes quieran publicar algo o bien hacerme sugerencias; me llamáis o me escribís.
Nada más. Ha venido un técnico a decirme que ha salido un invento y ya se pueden mandar por el blog las rajas de mortadela. Le he contestado que gracias por no haber venido antes y que ya me las he comido todas.
Entre pecho y espalda.
Muchísimas felicidades y muchísimas gracias por todo lo que me has ido descubriendo en este tiempo y por tu amistad, Miguel. Un abrazo.
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¡Y que sean muchos millares más!
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Buenas noches, Padre. Gracias por mandarme la invitación al blog, porque extravié el papel que me dio. Ya estoy en Holanda.
Que Dios le bendiga.
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Gracias a ti y un abrazo, Antonio. Para lo que quieras, aquí me tienes, y habrás visto que el c. e. está por aquí arriba. Apóstol de Holanda…
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¿C. e.? No entiendo.
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Correo electrónico. Los yanquis dicen «e-mail».
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¡Ah! ¡Ja, ja, ja! Ya veo también el número de teléfono. Luego le mando unas fotos.
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