DIFERENCIA ENTRE LA «INTUICIÓN FEMENINA» Y EL «RAZONAMIENTO MASCULINO»
Fernando Espinosa
¿Verdad que por el título parece 0tra cosa? Hablamos de la Pascua de Resurrección de nuestro Señor Jesucristo, en un diálogo que agradecemos a Fernando Espinosa. Sepa él -sabed todos- que tiene abiertas las puertas de este blog.
La escena se sitúa en el primer Domingo de Resurrección de la historia. A las 4 de la madrugada.
(Zebedeo y Salomé son los padres de los apóstoles Santiago y Juan.)
ZEBEDEO (en la cama): ¿Se puede saber adónde vas a estas horas de la madrugada?
SALOMÉ: Me voy al sepulcro a embalsamar el cuerpo del Señor.
ZEBEDEO: Pero… ¿qué estás diciendo?! ¿No sabes que hay guardias en la entrada!
SALOMÉ: Ya he quedado con mis amigas.
ZEBEDEO: ¡Estáis locas! ¡Van a encarcelaros a todas!
SALOMÉ: Me da igual. ¡Me voy! ¡Les diremos a los guardias que solo queremos embalsamarlo y ya está!
ZEBEDEO: ¡Muy bien! ¡Luego iré a visitarte a la cárcel! ¿Habéis pensado quién va a removeros la piedra de la entrada al sepulcro?
SALOMÉ: Pues ¿quién va a ser? ¡Los guardias!
ZEBEDEO: ¡Ja, ja, ja, ja! ¡Claro! ¡Así de sencillo! Los guardias dirán: «Tranquilas, ahora mismo os abrimos la puerta del sepulcro.» Y… cuando se entere el gobernador, nos hará picadillo y nos mandará al paro… Pero da igual. Y después, si queréis, os invitamos a desayunar… ¡Sois demasiado atrevidas…!
(Salomé se marcha. Su marido vuelve a conciliar el sueño, pensando en el partido de petanca que va a jugar a las 6 de la tarde con sus amigos, los maridos de las santas mujeres).
(Mientras tanto, en el cielo, Dios Padre le ha dado a Jesucristo el abrazo más grande de todos los tiempos):
DIOS PADRE: Gracias, Hijo. Has vuelto a reconstruir el puente que unía la tierra y el cielo.
JESUCRISTO: Ya lo sé, Padre. Pero me ha costado mucho, mucho. ¡Tú sabes muy bien lo que he sufrido! ¡Además, de repente creí que me habías abandonado, igual que mis amigos!
DIOS PADRE: Ya te dije: «Ten paciencia, espera un poco, y verás que no te he abandonado.»
(Dios Padre se da cuenta de que las santas mujeres van hacia el sepulcro).
DIOS PADRE: ¡Rápido…! ¡Tenía previsto que resucitaras hoy a las 7 de la mañana! ¡Pero la intuición femenina ha adelantado los acontecimientos…! ¡Venga, rápido! ¡Prepárate para resucitar! ¡Que las santas mujeres ya están de camino!
JESUCRISTO: ¡Ja, ja, ja, ja! ¡De nuevo las mujeres te han cambiado los planes! ¡Igual que mi Madre en Caná!
DIOS PADRE: ¡Venga, venga, date prisa! Y haz el favor de tener un detalle con María Magdalena, que nos quiere con locura!
JESUCRISTO: Muy bien, me apareceré primero a ella. Pero… antes de que me vea, jugaré un poco al escondite. Me disfrazaré de huertano.
DIOS PADRE: ¡Je, je, je, je! ¡Me encantan tus juegos con los hombres! ¡Ciertamente, el que más me gusta es el escondite: estamos escondidos en la creación, en el Sagrario, en el alma en gracia…!
(Dios Padre requiere la presencia inmediata del Arcángel San Gabriel.)
DIOS PADRE: ¡Gabriel, prepara en seguida un disfraz de hortelano!
SAN GABRIEL ARCÁNGEL: Tengo varios modelos: de huertanico murciano, de la huerta valenciana y de San Isidro Labrador. ¿Cuál de ellos prefieres?
DIOS PADRE: El que tengas más a mano. Dile a San Miguel que baje contigo al sepulcro. ¡Tenéis que poneros un vestido blanco!
SAN GABRIEL: Muy bien. Así lo haremos. Hasta pronto, Padre.
(Continuará…)